Que loco es oír tu voz en un silencio que no para de hablar.
Tampoco es tan cierto que sepa esperar,
que si navegamos los dos
entre olas que ahogan al mar, llaman al mar...
Camino sin ver, sin saber qué pensas, que dirás.
Si un no puede más que el infinito, amor
qué más queda por buscar
Yo sigo despierto, no hay más que soñar
un barco sin puerto entre sal
entre agua que embraveció.
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